COLABORADORES: Sebastian González, David Hernando, Bárbara Ortiz.
Girona afronta el reto de renovar su principal biblioteca y tiene la ocasión de plantearse un equipamiento cívico de acceso a la cultura, así como a la información y al conocimiento, sin precedentes en su territorio. Nos encontramos ante el desafío de diseñar la nueva Biblioteca Pública de Girona, una institución que durante más de 150 años de historia ha sido un referente cultural y una de las instituciones más emblemáticas de la ciudad. El proyecto debe vincularse al Parc Cultural del Migdia y supone la oportunidad de desarrollar un edificio que a través de un paisaje interior sea capaz de engarzarse urbanamente con el parque. Si una biblioteca es fundamentalmente una gran sala y un parque es una sucesión de espacios verdes, el proyecto tratará de fundir ambos ambientes.
Esta idea se materializó en un sencillo volumen prismático, atravesado por una franja luminosa, en cuyo interior surgen montes, laderas y grutas. La gran sala de lectura se sitúa en planta baja; un espacio de grandes dimensiones pero de carácter intimo, rodeado de suaves colinas. En cuanto al resto de espacios, el prisma se desgaja en sus esquinas y la cubierta se pliega para enriquecer el paisaje de las estancias y resolver el programa respondiendo a criterios funcionales. De este modo se generan situaciones singulares dentro del edificio y se da respuesta a la particularidad del emplazamiento. Como resultado emerge una arquitectura permeable y abierta al exterior que encierra y ofrece las condiciones de luz y silencio adecuadas.
La biblioteca se convierte entonces en un interior lleno de paisaje, un lugar donde se puede disfrutar del placer de la lectura y del estudio al tiempo que de los efectos generados por esta topografía artificial. Un lugar bañado por un gran caudal de luz mediterránea y protegido por las masas vegetales vecinas que nos hacen sentir próximos al Parc Cultural del Migdia.