ARQUITECTOS ASOCIADOS: Sebastián González, David Hernando
COLABORADORES: Enrique Azpilicueta, Bárbara Ortiz, Rocío Sánchez.
CONSULTORES: Ines Ingenieros Consultores (estructuras e instalaciones)
El proyecto se concibe como un retorno al origen del periodo carbonífero y quiere dar forma al resurgir imaginario de los bosques que quedaron sepultados a causa de los grandes movimientos tectónicos, dando lugar a los estratos de cabón. Hemos imaginado “una burbuja llena de bosque” que, tras sumergirse hace millones de años, emerge de nuevo ascendiendo desde el fondo de la tierra.
La forma exterior de la burbuja -una topografía artificial que se inserta en el paisaje- remite a los grandes plegamientos del periodo carbonífero y recuerda que este periodo fue una época de la historia de la Tierra muy activa desde el punto de vista tectónico.
Una vez dentro, el paseante se internará en un bosque carbonífero vivo, similar a los que existieron en la Península Ibérica hace 300 millones de años, cuando su posición geográfica era ecuatorial y su clima se mantenía permanentemente cálido y húmedo; ecosistema donde se produjo la biomasa que acabaría transformándose en carbón, materia y seña de identidad de las comarcas del Bierzo y Laciana. La propuesta museográfica se realizará por inmersión mediante un “viaje en el tiempo” al periodo Carbonífero y se verá enriquecida por otro “viaje en el espacio”, el realizado por la burbuja-bosque en su ascender. De este modo se garantiza que el visitante disfrutará de una experiencia única y se moverá en un tiempo y un espacio diferentes.